En el Pentecostés se celebra el don otorgado a los hombres para entenderse a través de las distintas lenguas, un don para comunicar la palabra divina. 

Así como los devotos entregaron los primeros frutos de sus cultivos en ofrenda, ellos mismos se convirtieron en la primicia del cristianismo, al ser los portadores de la palabra divina para ser difundida en el mundo.

Los signos escritos y desbastados en la superficie de esta fotografía familiar, encontrada en un mercado de libros viejos en Sicilia en el 2017, documentan el fenómeno.

Así como en las obras pictóricas de la abadesa alemana del medievo Hildegard Von Bingen (1098-1179), el halo blanco en estas obras, desciende para comunicar la palabra y mensaje divinos, inspirando y otorgando una misiva a través del gesto fecundante.

Para el poeta místico Rainer María Rilke (1875-1926) la espiritualidad está expresada en lo mundano, en las causas de las cosas. 

Impresión digital y óleo

2017